“Es, sin duda, la mejor inversión de mi vida, la disfruto al igual que mis hijas Marijosé y Monserrath, así como mi esposa Catalina”, expresó este empresario de la gastronomía nacional.
Viene al Club desde que era niño; su padre, Miguel Barzuna Sauma, era socio, lo que aprovechaba para utilizar las instalaciones; de joven, recuerda, tiene recuerdos muy lindos pues venía a las fiestas de 15 años; visitaba mucho El Trapiche, salón que aprovechaba para estar con sus amigos y hasta “con alguna noviecilla”. Cuando su padre murió, no pudo continuar visitando las instalaciones y por eso, cuando tuvo la primera oportunidad adquirió una acción. Ahora asiste casi todos los días, especialmente al gimnasio, o bien, a nadar. En el gimnasio hace pesas, su hobby predilecto, así como correr en la banda.
Es uno de los fiebres del viernes en la noche en el Hoyo 19, oportunidad que aprovecha para reunirse con amigos y conocidos y pasar un agradable rato escuchando música en vivo.
Los sábados frecuenta, con la familia, los restaurantes del Club.
“El Country me encanta, le han hecho mejoras extraordinarias; mis hijas disfrutan de las canchas de tenis, pero es admirable cómo se mantiene el campo de golf, el boliche así como las nuevas canchas para el racquetball y el gimnasio ni se diga”, manifestó Barzuna.
Añora que la piscina sea incrementada en su tamaño pues, según comentó, tal y como está ya no da abasto para la gran cantidad de socios que llegan a practicar natación.