Sin duda, cada vez que se sube a su vehículo para participar en una carrera automovilística, Javier Quirós siente una adrenalina especial, muy diferente, en su criterio, a la que se vive en la práctica de cualquier otro deporte. Esa sensación especial fue la que sintió el pasado 2 de mayo cuando ganó, junto con su sobrino, Amadeo, la última edición de las Tres horas de Costa Rica, en su poderoso Toyota Supra y ante el aplauso generalizado de los 9 mil asistentes al Autódromo La Guácima, escenario deportivo donde Javier ha logrado grandes hazañas para este deporte nacional. Posiblemente sintió lo mismo durante su reciente participación en la competencia 24 horas de Nurburgring, Alemania donde el equipo con el que corre, el Gazoo Racing, terminó en la sexta posición de la categoría SP 8, en la que compitieron 46 vehículos. Socio de nuestro Club desde hace muchos años, visita regularmente nuestras instalaciones, especialmente las del gimnasio, sitio que sirve para su preparación.
“El automovilismo requiere de una condición física especial; para ser corredor de automóviles se necesita ser atleta por una pasión y por una facilidad: la facilidad es poder controlar una máquina de tres mil libras que se le puede salir del camino, que puede que no frene o puede que le suceda cualquier otra contingencia y la pasión es la adrenalina que se experimenta, muy distinta a la de cualquier otra actividad o deporte y por eso es que vivo intensamente el automovilismo”, comentó. En nuestro Club, Javier juega algo de tenis y racquetball; también practica el ciclismo de montaña, todo ello le da una excelente condición física lo que indudablemente le ayuda a ser un magnífico competidor, no solo en deportes sino también desde el punto de vista empresarial. Piensa que en un futuro podría jugar golf, siguiendo así los pasos de su madre, doña Annie.
Automovilista y empresario
“Mi pasión es el mundo del automóvil”, donde confiesa haber encontrado el común denominador entre ser empresario y un corredor de autos. “Un automóvil tiene casi 45 mil piezas que se mueven y usted no entiende cómo se mueven y no se quiebran, esto me apasiona; ser empresario y corredor me mantienen en una continua carrera y la carrera se acaba hasta cuando la bandera de cuadros se baje; en la carrera tanto como en la empresa uno tiene que ser una persona muy insistente, muy creyente en lo que se está haciendo, estar dispuesto a que si las cosas fallan debemos arreglarlas y salir de nuevo y atacar; el empresario como el corredor de carros debe arriesgar, ver el error, corregirlo y echar para adelante, afirmó.
Desde niño
Javier Quirós recuerda que visita el Club desde niño y uno de sus recuerdos de entonces fue que en una fiesta de navidad recibió un regalo de Santa Claus. “Era el Club donde íbamos todos; yo vivía en un barrio sin parques y sin lugares donde ir; por lo tanto, el Country fue en mi infancia, adolescencia y juventud mi Club; ahí conocí a mis amigos, a los de mis padres”, comentó. Luego, ya como empresario y dueño de Purdy Motors Company – importador de Toyota, Hino, Lexus y Daihatsu- junto con su hermano, Amadeo, han utilizado el Club para recibir y atender a empresarios de otros países; “el Country es un Club muy lindo, tiene todas las facilidades del mundo, excelentes instalaciones, magníficos restaurantes, una hermosa cancha de golf que es como el jardín de la casa de uno, es en definitiva un lugar ideal para hacer negocios”, puntualizó. Casado con Mariela Tanzi, tiene tres hijas: Alexa, Ximena y Marianne, quienes también heredan de su padre el gusto por el automovilismo.
Automovilista y empresario
“Mi pasión es el mundo del automóvil”, donde confiesa haber encontrado el común denominador entre ser empresario y un corredor de autos. “Un automóvil tiene casi 45 mil piezas que se mueven y usted no entiende cómo se mueven y no se quiebran, esto me apasiona; ser empresario y corredor me mantienen en una continua carrera y la carrera se acaba hasta cuando la bandera de cuadros se baje; en la carrera tanto como en la empresa uno tiene que ser una persona muy insistente, muy creyente en lo que se está haciendo, estar dispuesto a que si las cosas fallan debemos arreglarlas y salir de nuevo y atacar; el empresario como el corredor de carros debe arriesgar, ver el error, corregirlo y echar para adelante, afirmó.
Desde niño
Javier Quirós recuerda que visita el Club desde niño y uno de sus recuerdos de entonces fue que en una fiesta de navidad recibió un regalo de Santa Claus. “Era el Club donde íbamos todos; yo vivía en un barrio sin parques y sin lugares donde ir; por lo tanto, el Country fue en mi infancia, adolescencia y juventud mi Club; ahí conocí a mis amigos, a los de mis padres”, comentó. Luego, ya como empresario y dueño de Purdy Motors Company – importador de Toyota, Hino, Lexus y Daihatsu- junto con su hermano, Amadeo, han utilizado el Club para recibir y atender a empresarios de otros países; “el Country es un Club muy lindo, tiene todas las facilidades del mundo, excelentes instalaciones, magníficos restaurantes, una hermosa cancha de golf que es como el jardín de la casa de uno, es en definitiva un lugar ideal para hacer negocios”, puntualizó. Casado con Mariela Tanzi, tiene tres hijas: Alexa, Ximena y Marianne, quienes también heredan de su padre el gusto por el automovilismo.
